Bunkers del Carmel en Barcelona: cómo llegar y cómo hacer la visita

Los Bunkers del Carmel, también conocidos como Turó de la Rovira, son uno de los secretos mejor guardados de Barcelona. Situados en lo alto de una colina en el barrio del Carmel, este lugar ofrece una de las vistas más espectaculares de la ciudad condal. Desde aquí, se puede disfrutar de una panorámica de 360 grados que abarca desde el mar Mediterráneo hasta la montaña de Montjuïc, pasando por el famoso skyline de Barcelona con la Sagrada Familia como protagonista. Aunque hoy es un punto de encuentro para turistas y locales, su historia es fascinante: durante la Guerra Civil española, estos bunkers formaban parte de una batería antiaérea destinada a proteger la ciudad de los bombardeos. ️
Si estás planeando una visita a Barcelona, los Bunkers del Carmel son una parada imprescindible. No solo por su valor histórico, sino también por la experiencia única que ofrece. Eso sí, prepárate para caminar un poco y llevar agua, especialmente en los meses de verano.
Historia de los bunkers del carmel
Antes de adentrarnos en cómo llegar y qué hacer en los Bunkers del Carmel, es importante entender su origen. Este lugar no siempre fue un mirador turístico. Durante la Guerra Civil española (1936-1939), los bunkers formaban parte de una red de defensa antiaérea diseñada para proteger Barcelona de los ataques aéreos. La ciudad, siendo un importante núcleo industrial y político, era un objetivo clave para las fuerzas enemigas.
Tras la guerra, los bunkers perdieron su función militar y el lugar fue ocupado por familias que construyeron barracas improvisadas. Estas viviendas precarias dieron lugar a un barrio marginal que existió hasta la década de 1990. Hoy, gracias a un proyecto de recuperación histórica, el sitio ha sido transformado en un espacio cultural y turístico que combina historia, naturaleza y vistas impresionantes.
¿Por qué visitar los bunkers del carmel?
Además de su relevancia histórica, los Bunkers del Carmel son un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza dentro de la ciudad. A diferencia de otros miradores más concurridos, como el Park Güell, este lugar conserva un ambiente más auténtico y relajado. Es ideal para tomar fotografías, hacer un picnic o simplemente sentarse a contemplar la ciudad mientras el sol se pone.
Un dato curioso es que, aunque muchos turistas acuden al atardecer, los bunkers también son un lugar mágico al amanecer. Si te levantas temprano, podrás disfrutar de la ciudad en silencio, con apenas unas pocas personas alrededor. Además, la luz de la mañana es perfecta para fotógrafos.
Cómo llegar a los bunkers del carmel
Llegar a los Bunkers del Carmel puede ser una pequeña aventura, pero definitivamente vale la pena. Hay varias formas de acceder, dependiendo de tu condición física y preferencias. La opción más común es caminar, aunque también se puede llegar en transporte público o incluso en coche.
Si decides caminar, prepárate para una subida un tanto empinada. Desde el centro de Barcelona, puedes tomar el metro hasta la estación de Alfons X (Línea 4) y desde allí caminar unos 20-25 minutos cuesta arriba. El camino está bien señalizado, pero es recomendable llevar calzado cómodo y agua, especialmente en verano. Si prefieres evitar la caminata, puedes tomar el autobús número 119, que te dejará muy cerca de los bunkers.
Consejo: Si vas en coche, ten en cuenta que el aparcamiento es limitado y las calles son estrechas. Es mejor llegar temprano para asegurar un lugar.
Transporte público: la opción más ecológica
Para aquellos que prefieren evitar el coche, el transporte público es una excelente alternativa. Como mencionamos antes, el autobús 119 es la opción más directa. También puedes combinar metro y autobús para llegar más cerca. Desde la estación de Alfons X, el autobús te llevará hasta la parte más alta del barrio del Carmel, desde donde solo tendrás que caminar unos 5 minutos.
Otra opción es tomar el metro hasta la estación de Guinardó | Hospital de Sant Pau (Línea 4) y caminar unos 30 minutos. Aunque es un poco más largo, el paseo es agradable y te permitirá descubrir rincones menos turísticos de la ciudad. ♂️
Qué hacer durante la visita
Una vez que llegues a los Bunkers del Carmel, te encontrarás con un espacio abierto y lleno de posibilidades. Lo primero que llama la atención son, por supuesto, las vistas. Tómate tu tiempo para explorar el área y encontrar el mejor ángulo para tus fotos. No te olvides de mirar hacia el mar, donde en días claros se puede ver hasta la costa de Badalona.
Además de disfrutar de las vistas, puedes explorar los restos de los bunkers y las barracas que aún se conservan. Hay paneles informativos que explican la historia del lugar, lo que añade un valor educativo a la visita. Si vas con niños, es una excelente oportunidad para enseñarles sobre la historia de Barcelona de una manera interactiva.
Dato curioso: En 2011, los Bunkers del Carmel fueron incluidos en la lista de Bienes Culturales de Interés Local de Barcelona, lo que garantiza su conservación para las generaciones futuras.
Consejos para disfrutar al máximo tu visita
Para aprovechar al máximo tu visita, es recomendable llevar algo de comida y bebida. Aunque no hay restaurantes en los bunkers, es un lugar perfecto para un picnic. Eso sí, recuerda llevarte toda la basura contigo para mantener el lugar limpio. También es buena idea llevar una manta o toalla para sentarte en el suelo, ya que no hay bancos.
Si vas en verano, no olvides protector solar y una gorra, ya que no hay mucha sombra. En invierno, abrígate bien, ya que el viento en la colina puede ser bastante frío. Y, por supuesto, no te olvides de la cámara de fotos. Las vistas son tan impresionantes que querrás capturar cada momento.
Curiosidades que no sabías sobre los bunkers
Además de su historia y sus vistas, los Bunkers del Carmel guardan algunas curiosidades que quizás no conozcas. Por ejemplo, ¿sabías que este lugar fue escenario de varias películas y series? Su aspecto único y su ubicación privilegiada lo han convertido en un plató natural para producciones cinematográficas.
Otra curiosidad es que, a pesar de su popularidad entre los turistas, muchos barceloneses no conocen este lugar. Para los locales, los bunkers siguen siendo un rincón escondido, ideal para escapar del bullicio de la ciudad. Si quieres vivir una experiencia auténtica, intenta visitarlo un día entre semana, cuando hay menos gente.
Y aquí va un toque de humor: si te preguntas por qué no hay un bar o cafetería en los bunkers, piensa que subir las bebidas y alimentos sería todo un desafío. ¡Mejor llevar tu propio picnic y disfrutar de la vista sin preocupaciones!
Los Bunkers del Carmel son, sin duda, uno de los lugares más especiales de Barcelona. Combinan historia, naturaleza y unas vistas que quitan el aliento. Ya sea que vayas al amanecer, al atardecer o en pleno día, esta experiencia te dejará un recuerdo imborrable de la ciudad. Así que, si estás en Barcelona, no dejes de visitar este rincón único. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!
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