Cathedral Cove: la joya de Coromandel que no te puedes perder

En la península de Coromandel, en Nueva Zelanda, se encuentra un rincón paradisíaco que parece sacado de una postal: Cathedral Cove. Este icónico destino es famoso por su formación rocosa en forma de arco, playas de arena dorada y aguas cristalinas que invitan a la exploración. Tanto si eres un amante de la naturaleza como si buscas un lugar espectacular para tus fotos de viaje, este sitio no puede faltar en tu itinerario.

Ubicada dentro de la reserva marina de Te Whanganui-A-Hei, esta cueva natural y sus alrededores ofrecen una experiencia única, donde la aventura y la serenidad se mezclan en un paisaje de ensueño.

¿Dónde está Cathedral Cove y cómo llegar?

Cathedral Cove se encuentra en la costa este de la península de Coromandel, a unos 175 km de Auckland. La forma más común de llegar es en coche hasta la localidad de Hahei, el punto de partida para acceder a esta maravilla natural. Desde Hahei, hay tres opciones para llegar:

A pie: la ruta escénica

La opción más popular es hacer una caminata de 45 minutos a través de un sendero bien mantenido que parte desde el estacionamiento de Hahei. Durante el recorrido, los viajeros disfrutan de vistas espectaculares del Océano Pacífico y acantilados impresionantes.

En kayak: una aventura inolvidable

Para los más aventureros, remar en kayak desde la playa de Hahei es una experiencia única. En aproximadamente 30-40 minutos, se llega a la cala mientras se disfrutan de impresionantes vistas y, con suerte, se avistan delfines en el camino. ⛵️

En barco: la opción más relajada

Si prefieres evitar la caminata, también hay tours en barco que ofrecen una perspectiva espectacular de la costa y permiten acceder a otras cuevas y formaciones rocosas cercanas.

¿Qué ver y hacer en Cathedral Cove?

Este paraíso natural no solo es un lugar para admirar, sino también para disfrutar de diversas actividades que hacen que la visita sea una experiencia inolvidable.

Explorar la icónica cueva

El arco de Cathedral Cove es sin duda el protagonista de la visita. Esta impresionante formación natural de piedra caliza conecta dos playas y crea un pasadizo majestuoso, perfecto para tomas fotográficas dignas de postal.

Disfrutar de un baño en sus aguas cristalinas

Las aguas turquesas de la bahía invitan a nadar y refrescarse. Eso sí, hay que tener en cuenta las corrientes y las mareas, ya que pueden ser fuertes en algunas zonas.

Hacer snorkel en la reserva marina

Los amantes del snorkel encontrarán en Te Whanganui-A-Hei un ecosistema marino lleno de vida. Peces de colores, estrellas de mar y otras especies marinas habitan estas aguas protegidas.

Picnic con vistas inigualables

Para quienes prefieren una actividad más tranquila, hacer un picnic en la arena mientras se disfruta del sonido de las olas es una opción ideal. No olvides llevar contigo toda la basura, ya que es una zona protegida y se debe conservar su belleza natural. ♻️

Consejos prácticos para la visita

Para disfrutar al máximo de Cathedral Cove, hay algunos detalles importantes a tener en cuenta.

Revisar el clima

El clima en Coromandel puede ser impredecible. Se recomienda revisar la previsión antes de la visita para evitar lluvias o mareas altas que puedan dificultar el acceso.

Llevar calzado adecuado

Si planeas hacer la caminata, unos zapatos cómodos para senderismo harán que la experiencia sea mucho más placentera.

Evitar las horas pico

Para una experiencia más tranquila, lo mejor es visitar temprano en la mañana o al atardecer, cuando hay menos turistas.

Respetar la naturaleza

Cathedral Cove es un área protegida. No está permitido llevarse conchas, rocas o dañar la vegetación.

Un dato curioso sobre Cathedral Cove

Si eres fanático de las películas de fantasía, seguro reconocerás este lugar. Cathedral Cove aparece en Las Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian como la puerta de entrada al mundo de Narnia. No es de extrañar que este rincón de Nueva Zelanda tenga un aire tan mágico. ✨

Si hay un lugar que encapsula la belleza natural de Nueva Zelanda, es sin duda Cathedral Cove. Ya sea que decidas llegar caminando, en kayak o en barco, esta joya de Coromandel te dejará con recuerdos inolvidables. Así que prepara tu cámara, tu protector solar y tu espíritu aventurero, porque esta visita promete ser una de las más espectaculares de tu vida.