Cómo subir a la Picota en Liencres: ruta y recomendaciones

El Parque Natural de las Dunas de Liencres, en Cantabria, es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento. Con sus impresionantes dunas, playas vírgenes y acantilados que desafían al mar, este rincón del norte de España es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Entre sus múltiples atractivos, destaca la Picota de Liencres, un mirador natural que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la costa y el entorno. Subir a la Picota es una experiencia que combina senderismo, paisajes increíbles y una dosis de aventura, perfecta para aquellos que buscan algo más que un simple paseo.

Si estás pensando en visitar este lugar, aquí te contamos todo lo que necesitas saber para disfrutar al máximo de esta ruta. Desde cómo llegar hasta qué llevar en tu mochila, no dejamos ningún detalle en el tintero. ¡Vamos allá!

Índice
  1. Qué es la picota y por qué visitarla
  2. Cómo llegar al punto de inicio de la ruta
  3. Descripción detallada de la ruta
  4. Recomendaciones para hacer la ruta
  5. Curiosidades sobre la picota y su entorno
  6. Consejos para disfrutar al máximo de la experiencia

Qué es la picota y por qué visitarla

La Picota de Liencres es un promontorio rocoso que se eleva sobre el mar Cantábrico, alcanzando una altura de unos 90 metros. Desde su cima, se puede disfrutar de una vista privilegiada de las dunas, las playas de Valdearenas y Canallave, y el imponente estuario del río Pas. Este lugar no solo es un punto de interés geográfico, sino también un sitio cargado de historia y leyendas locales. Se dice que, en tiempos pasados, los pescadores usaban la Picota como referencia para orientarse en el mar.

Además de su valor histórico y paisajístico, la Picota es un lugar ideal para los amantes de la fotografía. Las puestas de sol desde aquí son simplemente espectaculares, y si tienes suerte, podrás avistar algunas aves marinas como cormoranes o gaviotas.

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Cómo llegar al punto de inicio de la ruta

Para comenzar la ruta hacia la Picota, lo primero es llegar al Parque Natural de las Dunas de Liencres. Si vienes en coche desde Santander, la distancia es de aproximadamente 15 kilómetros, y el trayecto no te llevará más de 20 minutos. Una vez en el parque, hay un aparcamiento gratuito cerca de la playa de Valdearenas, que es el punto de partida recomendado para la caminata.

Si prefieres el transporte público, desde Santander salen autobuses que te dejan en Liencres, aunque tendrás que caminar unos 20 minutos adicionales hasta el inicio de la ruta. Eso sí, el paseo por el pueblo y sus alrededores es muy agradable, así que no lo descartes si te gusta explorar a pie.

Descripción detallada de la ruta

La ruta hacia la Picota es relativamente corta, con una distancia de aproximadamente 2,5 kilómetros (ida y vuelta), pero no por ello menos emocionante. El sendero está bien señalizado y es apto para la mayoría de las personas, aunque hay algunos tramos con pendientes pronunciadas que requieren un poco de esfuerzo. El recorrido comienza en la playa de Valdearenas, desde donde se toma un camino que se adentra en el bosque de pinos.

Tras unos 15 minutos de caminata, llegarás a un desvío que indica la dirección hacia la Picota. Aquí es donde comienza la parte más exigente de la ruta, con una subida que te llevará hasta la cima. Aunque el esfuerzo vale la pena, es recomendable llevar calzado adecuado y tomarse el tiempo necesario para disfrutar del entorno. Una vez en la cima, las vistas te dejarán sin palabras.

Recomendaciones para hacer la ruta

Para disfrutar al máximo de esta experiencia, es importante ir bien preparado. En primer lugar, elige un día con buen tiempo, ya que el viento y la lluvia pueden dificultar la subida. Lleva calzado cómodo y antideslizante, preferiblemente botas de senderismo, ya que algunos tramos del camino pueden estar resbaladizos, especialmente después de la lluvia.

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No olvides llevar agua y algo de comida ligera, como fruta o frutos secos, para reponer energías. Aunque la ruta es corta, siempre es mejor prevenir. También es recomendable llevar una cámara o el móvil bien cargado, porque querrás capturar cada momento de este paisaje único. Por último, si vas en verano, no te olvides de la protección solar y una gorra, ya que algunos tramos del camino están expuestos al sol.

Curiosidades sobre la picota y su entorno

¿Sabías que las dunas de Liencres son uno de los sistemas dunares más importantes del norte de España? Estas dunas se formaron hace miles de años gracias a la acción del viento y las mareas, y hoy en día son un ecosistema único que alberga una gran variedad de flora y fauna. Además, el Parque Natural de las Dunas de Liencres fue declarado espacio protegido en 1986, lo que ha permitido conservar su belleza natural.

Otra curiosidad es que, desde la Picota, en días claros, se puede ver la silueta del Monte Corceño, una montaña mítica en la cultura cántabra. Según la leyenda, este monte era el hogar de seres mágicos que protegían a los habitantes de la zona. ¿Será por eso que el lugar tiene un aura tan especial? ‍♂️

Consejos para disfrutar al máximo de la experiencia

Si quieres que tu visita a la Picota sea inolvidable, aquí tienes algunos consejos adicionales. Primero, intenta hacer la ruta a primera hora de la mañana o al atardecer. No solo evitarás las horas de más calor, sino que también podrás disfrutar de la luz más bonita para hacer fotos. Además, el silencio y la tranquilidad de estas horas del día hacen que la experiencia sea aún más mágica.

Por otro lado, si viajas con niños, no te preocupes: la ruta es apta para ellos, aunque es importante ir a su ritmo y asegurarse de que llevan calzado adecuado. Y si eres un amante de los deportes al aire libre, ¿por qué no combinar la subida a la Picota con un día de surf en la playa de Valdearenas? Es el plan perfecto para los más activos.

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La Picota de Liencres es, sin duda, uno de esos lugares que te hacen sentir en conexión con la naturaleza. Ya sea por sus vistas, su historia o simplemente por la sensación de paz que se respira en su cima, este rincón de Cantabria merece un lugar destacado en tu lista de destinos por explorar. Así que, ¿a qué esperas? Calza tus botas, prepara la mochila y lánzate a descubrir este tesoro escondido. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!

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