3 días en Dublín: la mejor ruta

Dublín, la capital de Irlanda, es una ciudad que combina a la perfección la historia milenaria con la vibrante vida moderna. Con sus calles empedradas, pubs llenos de música tradicional y una arquitectura que va desde lo medieval hasta lo contemporáneo, Dublín es un destino que enamora a todo tipo de viajeros. En solo tres días, es posible sumergirse en su cultura, disfrutar de su gastronomía y explorar sus rincones más emblemáticos. Este itinerario está diseñado para que no te pierdas nada esencial, desde el icónico Trinity College hasta el bullicioso Temple Bar.

¿Listo para descubrir Dublín en 72 horas? Vamos allá.

Día 1: Historia y cultura en el corazón de Dublín

El primer día está dedicado a explorar el centro histórico de la ciudad, donde se concentran algunos de los monumentos y museos más importantes. Comienza tu ruta en el Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda, fundada en 1592. Aquí podrás admirar el famoso Libro de Kells, un manuscrito ilustrado del siglo IX que es una auténtica joya de la cultura celta.

Después, dirígete a la Catedral de San Patricio, la catedral más grande de Irlanda y un lugar lleno de historia. No te pierdas el parque adyacente, un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad. Para terminar la mañana, visita el Castillo de Dublín, un impresionante edificio que ha sido testigo de más de 800 años de historia irlandesa.

Curiosidad: ¿Sabías que el Libro de Kells contiene los cuatro evangelios del Nuevo Testamento y está considerado una de las obras más importantes del arte medieval?

Almuerzo y tarde en Temple Bar

Después de una mañana cargada de cultura, es hora de reponer fuerzas. Dirígete al barrio de Temple Bar, conocido por sus pubs tradicionales y su ambiente animado. Aquí puedes probar el famoso fish and chips o un plato de guiso irlandés, acompañado de una pinta de Guinness, por supuesto.

Por la tarde, pasea por las calles adoquinadas de Temple Bar, llenas de galerías de arte, tiendas de souvenirs y música en vivo. Si te apetece, visita el Irish Film Institute o alguna de las muchas exposiciones temporales que suelen haber en la zona.

Día 2: Naturaleza y literatura

El segundo día está dedicado a la naturaleza y a la rica tradición literaria de Dublín. Comienza tu jornada en el Phoenix Park, uno de los parques urbanos más grandes de Europa. Aquí podrás ver ciervos en libertad, visitar el zoológico de Dublín o simplemente disfrutar de un paseo relajante.

Después, dirígete al Museo de los Escritores de Dublín, un homenaje a las figuras literarias más importantes de Irlanda, como James Joyce, Oscar Wilde y Samuel Beckett. Si eres fan de la literatura, no te pierdas la oportunidad de hacer un tour por los lugares que inspiraron a estos autores.

La tarde en el río Liffey

Por la tarde, aprovecha para dar un paseo junto al río Liffey, que divide la ciudad en dos. Cruza el famoso Puente Ha'penny, un símbolo de Dublín, y disfruta de las vistas de los edificios históricos que bordean el río. Si te sobra tiempo, visita el Museo de Historia Nacional, donde aprenderás más sobre la fauna y flora de Irlanda.

Para terminar el día, ¿qué tal una cena en alguno de los restaurantes modernos que han surgido en los últimos años? Dublín se ha convertido en un referente gastronómico, con opciones que van desde la comida tradicional hasta platos de fusión internacional.

Día 3: Excursiones y despedida

El último día lo dedicaremos a explorar los alrededores de Dublín. Una de las excursiones más populares es la que lleva a los Acantilados de Moher, aunque si prefieres algo más cercano, puedes visitar el pueblo pesquero de Howth, a solo 30 minutos en tren. Aquí podrás disfrutar de un paseo junto al mar y degustar marisco fresco en alguno de sus restaurantes.

Otra opción es visitar el Castillo de Malahide, una impresionante fortaleza medieval rodeada de jardines. Si prefieres algo más relajado, simplemente dedica la mañana a pasear por los mercados locales, como el Mercado de Temple Bar, donde encontrarás productos artesanales y comida típica irlandesa.

Últimas horas en Dublín

Antes de irte, asegúrate de pasar por la Fábrica de Guinness, uno de los lugares más visitados de la ciudad. Aquí no solo aprenderás sobre la historia de esta famosa cerveza, sino que también podrás disfrutar de una vista panorámica de Dublín desde su bar en la azotea.

Y, por supuesto, no te vayas sin comprar algún recuerdo típico, como un jersey de lana irlandesa o un trébol de la suerte. Dublín es una ciudad que deja huella, y seguro que querrás llevarte un pedacito de ella contigo.

Dublín es una ciudad que lo tiene todo: historia, cultura, naturaleza y una vida nocturna que no tiene comparación. En solo tres días, es posible vivir una experiencia completa y llevarte recuerdos inolvidables. Así que, ¿a qué esperas para empezar a planear tu viaje? ¡Dublín te espera con los brazos abiertos!